ENFERMEDADES DEL CULTIVO DE TOMATE DE ARBOL



PROBLEMAS FITOSANITARIOS
 
 
VIRUS
 
 
Las virosis del tomate de árbol son enfermedades de importancia económica en los cultivos establecidos en el departamento de Antioquia, principalmente los ubicados en el altiplano norte y oriente y han ocasionado pérdidas totales en algunas fincas ubicadas en el municipio de la Ceja.

La única forma de transmitir la enfermedad, hasta el presente, es por medios mecánicos mediante el empleo de herramientas contaminadas y por el material de propagación. El control consiste en prevenir la llegada del patógeno a los nuevos huertos con la utilización de material sano e indexado (Saldarriaga et al 1997) . Para tal efecto en la Universidad Católica de Oriente se han realizado estudios para la producción de plantas a partir de cultivo de meristemos y la indexación mediante ELISA para garantizar material libre de esta virosis. Se ha observado que el material propagado por este sistema, en el municipio de Entrerríos presenta plantas altamente productivas, libres de problemas virales y un porte bajo que facilita el manejo fitosanitario y recolección de cosecha, disminuyendo costos de tutoraje, lo cual pone de manifiesto la importancia de emplear este sistema de propagación como una alternativa al uso de semilla sexual.

NEMÁTODOS Y BACTERIAS



Se han identificado diferentes géneros de nemátodos asociados a raices de tomate de árbol, sin embargo, son los nemátodos formadores de nudos del género Meloidogyne (M. incognita, M. javanica, y M. hapla) los que mayor daño producen a este cultivo en todas las zonas productoras. La presencia de nemátodos en las raices reduce la durabilidad de los árboles en el campo y la eficiencia de fertilizantes cuando está asociado con la bacteria Ralstonia solanacearum, (anteriormente conocida como Pseudomonas solanacearum, Molina 1.999) puede ocasionar la muerte de la planta.

Para el manejo de la enfermedad se recomienda realizar semilleros y almácigos en suelos libres de estos organismos, evitar sembrar en terrenos previamente cultivados con papa u otras plantas suceptibles tanto a los nemátodos como a la bacteria, también se recomienda no asociar o intercalar el tomate de árbol con plantas susceptibles a estos dos problemas.

Otra práctica recomendada es el empleo de materia orgánica, el cual puede aumentar organismos fungosos y bacteriales que controlan biológicamente a estos fitoparásitos.

En suelos altamente infestados se ha recomendado el uso de nematicidas de alta toxicidad tales como furadán, que además ocasiona contaminación de suelos y aguas subterráneas con peligro de traslocarse a los frutos. Cuando además, se detecta la presencia de bacteriosis se recomienda eliminar las plantas afectadas, encalar el sitio de siembra y dejar de sembrar por un tiempo superior a un año.

Uno de los métodos para el manejo de estas dos enfermedades, es emplear como patrón Solanum umbellatum, que además de ser resistente a nemátodos del género Meloidogyne y a R. solanacearum es altamente compatible con el tomate de árbol y resistente a factores como sequía y humedad del suelo. (Lombana, 1.991). Experiencias realizadas por la Universidad Católica de Oriente, han mostrado que este sistema de propagación puede emplearse en terrenos infestados por nemátodos o por la bacteria.


HONGOS


La antracnosis del tomate de árbol (Colletotrichum gloeosporioides), es la enfermedad más importante de este cultivo en Colombia debido a su amplia distribución y a la magnitud de las pérdidas que ocasiona. Este hongo afecta follaje y especialmente frutos donde los síntomas son mas diferenciados. Las pérdidas ocasionadas por esta enfermedad, cuando no se aplican medidas de control, pueden llegar al 100%. Con el uso frecuente de fungicidas, se estima que en promedio, las pérdidas oscilan entre 10 y 25%. Como no existen variedades comerciales resistentes la enfermedad debe manejarse con la integración de diferentes métodos. Esta enfermedad es mas prevalente en épocas lluviosas, cuando se hace más difícil su control. Se menciona que la antracnosis es favorecida por la presencia del chinche patifoliado (Leptoglossus zonatus).

El control de la enfermedad se ha enfocado casi exclusivamente hacia la utilización de productos químicos, que ocasiona alta presencia de residuos en frutos, produce un desequilibrio biológico y contaminación ambiental; situación que se acelera por el abuso de fungicidas ditiocarbamatos de manganeso, sobre todo cuando se presentan condiciones propicias para su desarrollo y multiplicación. Los fungicidas más utilizados para su control son Antracol (2g/L), Dithane (3-4 g/L), Bravo 500 (2.5 cm/L), Manzate, Elosal (3cm/L) y Benlate (05 g/L). Para las aspersiones es tradicional el empleo de máquinas de espalda de 20 litros accionados manualmente.

Otras enfermedades son: Oidium sp (cenicilla, mildeo polvoso), Phoma(mancha
anillada).


PLAGAS
Las plagas que afectan al cultivo son: Neoleucinodes elegantalis (pasador del fruto), Leptoglosus zonatus (chinche foliado), Aphis gossypii (áfidos) yAnastrepha spp (mosca de las frutas). Los insecticidas más empleados para su control son Roxión, Sistemin, Malathion, Sevin y Agrotin. 

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